Aunque últimamente se están sucediendo días de viento y de bajas temperaturas que llegan incluso a  lluvias torrenciales, de vez en cuando sale el sol y esto parece verano de verdad, y lo mejor es irte a la playa. De Barcelona se pueden decir muchas cosas, pero una de ellas es que es una ciudad bastante cara, donde prácticamente no tienes muchas actividades que sean gratuitas. Tienes que pagar para ir a museos, cines, irte de compras, de merienda, de discotecas y hasta para visitar algunos parques. En días de verano a veces no apetece pasear horas bajo el rayo del sol y menos por calles atestadas de turistas, por eso yo, que siempre fui una negada de la playa, en momentos así la recomiendo. Hace unos días estuve con unos amigos y la verdad es que quitando las interrupciones por parte de los cerveza beer, cerveza beer, se podía disfrutar de bastante calma. Allí, tirada a lo malagueño, o a la bartola para los amigos, con mi bocadillo de tortilla y mi revista para pasar el tiempo. Y como dice el guardián, póngase crema solar.

 

Feliz viernes.

 

M.