Miércoles al cine

Si sois cinéfilos o no sabréis que desde hace varios meses hay ofertas en todos los cines de España los miércoles. Si recién os enteráis es que vivís en un frasco de mermelada, porque con los tiempos que corren poder disfrutar de una noche en el cine por 3,70 o 4,20 (dependiendo de la ciudad) es prácticamente un regalo, ya que en cualquier otro día de la semana esa misma película a la misma hora podría salirte desde 8 preciosos euros. Vamos, un timo como una catedral de grande.

Pero seguro que estabais enterados y que, como yo, vais todos los miércoles (o los que se puedan)  a pasar un rato entretenido con una coca-cola fresquita y palomitas. Yo soy más de Nestea y nachos con queso pero no es el caso. Esa vena audiovisualera que tira de mí me llevó al cine ayer por la tarde a ver una película que recomiendo al 100 por 100. Me refiero a Begin Again, no a Sex Tape, obviamente, que aquí se habla de pelis de verdad.

No voy a hablar de nada concreto sobre la película, ni pretendo hacer una crítica extensa, sólo quiero deciros que me impresionó. Pintaba un poco a lo Llewyn Davis pero de cachondeo y me sorprendió gratamente. Es una peli sencilla, simple, con toques de humor, de romance y sobretodo mucha música. Música muy muy chula he de decir, desde temas dramáticos y tristes hasta algunos que te contagian la alegría y las ganas de moverte. Las localizaciones me parecen increíbles, claro que tratándose de Nueva York cómo iban a ser. El rollo de los personajes, rodeados por la música, los paseos hipsters en bici, y los cafés típicos americanos (esos que van en vasos de cartón a lo Starbucks), le dan a la película un volumen muy bueno, moderno. Sí, un poco pastel, pero a veces esas cosas apetecen, al menos a mí. Sugar, baby.
Lo mejor de todo: el montaje. Contando desde delante hacia atrás cómo se llegó a ese presente. Muy bueno.

 

Tenéis que ir a verla el próximo miércoles. Sin falta.

 

Begin Again